El Rey Loco, Arturo 3°, abandono su trono en la Galaxia de Andrómeda
y atravesó la oscuridad del espacio hasta La Vía Láctea, la carente de vida y
recursos Vía Láctea…; detrás de él, su Imperio Colonial regido por las siete
casas Mitológicas, con miles de años de pequeñas guerras estelares por el
trono.
¿Qué buscaba el Rey Loco en la Vía Láctea? ¿Qué era más
importante que el Imperio?
La respuesta es la Tierra.
Oh la Tierra.
Cuna de la civilización. Ahora un planeta inerte y sin vida,
orbitando un sol rojo.
El Rey Loco, a bordo de la Nave Edén, llego a la Tierra y usando
la tecnología de la que disponían, terraformo el planeta y envió capsulas
nucleares al sol para reactivarlo. Necesitaba un ambiente no hostil para
iniciar su búsqueda.
¿Pero que buscaba?
Se dice un dispositivo antiguo, pequeño como para caber en la
palma de la mano; le daría el control absoluto en la vida y la muerte, en este
universo y en otros, era la llave al poder de un Dios. Y ello valía una búsqueda
de mil años.
La nave Edén era un arca en esencia, dispuesta de toda forma de
vida conocida, especias y semillas, así como miles de obreros, y también guerreros;
la legión, por un lado: la rama militar del imperio; y por el otro, los
Pretorianos: un grupo de guerreros reencarnados entre ciencia y religión que
son armas de destrucción masiva andantes. Solo controlados por la voluntad del
Rey a través de uno de los anillos de poder.
El Rey Loco, solo llevo a 4 consigo, dejando los demás en casa;
era el Rey Loco, pero no estúpido, si su misión fallaba no perdería el escudo
del Imperio en una sola jugada.
Pero con los años la Tierra fue repoblada, y lo que era una búsqueda
paciente se tornó en una búsqueda tediosa sin resultados, pronto los siglos
pasaron; todos querían volver a Casa menos el Rey.
Y todos obedecían al Rey, y a su anillo.
Pero la Tierra no estaba deshabitada antes de la llegada de la Edén.
No, había algo, escondido, esperanzo, algo con colmillos y
garras, y peor que eso, algo con inteligencia.
El Rey Loco fue asesinado por una conspiración que partió a la
nueva generación de terrestres en bandos.
La Legión, siempre fiel, lucho hasta el final; pero debió hacer
un trato para subsistir.
Los Pretorianos, apenas fueron conscientes del cambio de mando;
ahora había otro Rey pero con el mismo anillo.
Debían obedecer, debían morir y descansar hasta que se les
necesitara de nuevo.
Miles de años pasaron, la Nave Edén desapareció y con ella la
historia de esta nueva civilización.
La misión del Rey Loco se transformó ahora en la misión de la
oscuridad que ahora dominaba la Tierra, y los humanos en ella simples ovejas
esclavas, un mundo feliz que sus nuevos amos habían inventado para ellos.
Es el año 2021; una pequeña nave atraviesa la atmosfera; un príncipe
exiliado de la Casa Zeus viene con ocho bebes, pequeños pretorianos; necesita
reunirse con el Rey y Los demás para prepararse para la guerra que viene; pero
ya no hay Rey, solo una civilización humana floreciente pero decadente, que no
sabe su verdadero origen…
¿Qué es lo que se esconde en el planeta?
¿Qué es lo que viene del espacio?
¿Qué ha pasado en la Galaxia de Andrómeda estos 8 mil años?
¿Son estos niños los últimos Huérfanos de Andrómeda?