One piece finalmente rompe
el karma de las adaptaciones de anime y nos regala una hermosa y humilde
primera temporada.
Para el que conoce el anime
y para el que no: Netflix ha adaptado en 8 capítulos casi el equivalente a 60
caps del anime (creo), y lo ha hecho de gran manera, apoyándose mucho en los
guiones y sobre todo en el casting que es casi perfecto.
Pero que es One Piece? Bueno es un anime, y de los más populares del mundo aunque su impacto fuera de Japón ha sido muy menor en comparación de otras obras de renombre; tiene su mérito ser el manga más vendido de la historia y un anime que ya va por los mil capítulos hace 20 años y sigue vigente, así que es un pez gordo de la industria.
El anime va de piratas,
algunos malos, unos pocos buenos; y sobre todo de un mundo mágico e increíble lleno
de razas extrañas y lugares de ensueño, sumado a política y conspiraciones por
todos lados; ah, y humanos supe poderosos que con el correr de la historia se irán
haciendo más fuertes a medida que todos los océanos vayan siendo presentados.
Básicamente el Game of
Thrones del Anime.
Así es. Cosa seria.
Aunque el tono de la obra
esta tremenda rebajado y es apta para todo público, apoyándose mucho en la
comedia y las peleas épicas pero pocas muertes. Eso sí, las historias de los
personajes suelen ser muy trágicas y en esas si hay de todo. Tiene un tono más
Tolkien quizás.
La serie por lo tanto, se
apega bastante al material original aunque a mi parecer es casi imposible
adaptar esta obra como tal. Pero hay que ser justos y decir que la serie es una
carta de amor a los fans, y quizás atraiga a gente nueva, porque es muy simple
y lineal.
Me ha dejado contento, sin
ser lo mejor que he visto en el año. Hasta se me hizo algo corta, pero es lo
que tiene Netflix.
Personajes geniales, sobre
todo Zoro y Luffy; peleas tontas y locas, y un mensaje muy bonito sobre los
sueños y metas en la vida que siempre viene bien en estos tiempos de desolación
que vivimos en el mundo por momentos.
Denle una oportunidad y
luego pueden pasarse al anime, siempre es difícil entender o sumergirse en
obras de este tipo tan amplias y con un tono que a veces repele, pero vale la
pena para todo aquel que aprecia la narrativa fantástica y los personajes bien
construidos.