La atención de medio mundo está puesta en la guerra de Afganistán y nadie se puede imaginar lo que está a punto de suceder en Ealing, un solitario y aburrido pueblo de Iowa. Allí, un desafortunado accidente liberará un ejército de imparables mantis religiosas de dos metros de altura cuyos únicos objetivos en la vida son estos: comer y reproducirse. El fin del mundo está más que asegurado.
Austin, protagonista de Jungla de saltamontes, es un chico de dieciséis años obsesionado con la historia y con dejar por escrito todo lo que le ocurre en la vida. También es el narrador de la novela y, como tal, será quien poco a poco nos vaya desvelando los sucesos que acabaron con la vida humana en la Tierra.
Pero no todo van a ser mantis mutantes: también tenemos triángulo amoroso. Si Austin no tenía suficiente con lo que se le viene encima, además está confundido respecto a su orientación sexual. Tiene novia y está enamorado de ella, pero no puede evitar sentirse atraído por su mejor amigo Robby.
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